El 24 de marzo es el Día de la Memoria. Se conmemora la tragedia desencadenada por el imperio de la tortura y la muerte instaurada por la dictadura militar. Es también una circunstancia propicia para recordar que la Argentina es el único ejemplo en el mundo de un país que exigió la condena justa e indispensable para la recuperación de las instituciones a los máximos responsables del genocidio, cuando el 12 de diciembre de 1983 Raúl Alfonsín ordenó el histórico juicio a las Juntas Militares.
Los máximos referentes del genocidio vinieron con el pretexto de eliminar la corrupción y terminaron corrompiendo todo, hasta las palabras más sagradas y los juramentos más solemnes; vinieron con el pretexto de restaurar la tranquilidad y se ocuparon de imponer el temor a la inmensa mayoría de los argentinos; vinieron con el pretexto de instaurar el orden y acabar con la violencia y desataron una represión masiva, atroz e ilegal, acarreando un drama tremendo para el país; vinieron con el pretexto de imponer la paz e incitaron a la guerra, hasta que, usando las aspiraciones más legítimas y sentidas por todos los argentinos, se embarcaron irresponsablemente en el conflicto de las Malvinas.
Militantes y dirigentes del partido radical al que orgullosamente represento, integraron desde 1975 la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) desde donde desarrollaron una intensa labor presentado cientos de habeas corpus en defensa de los detenidos desaparecidos que se multiplicaron por miles a partir del golpe de estado y como consecuencia de esa defensa, también sufrieron en carne propia el secuestro, la tortura y la muerte.
Para investigar los crímenes cometidos por los militares se creó, en el año 1983 con la presidencia del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, la Comisión Nacional sobre la desaparición de Personas (CONADEP). Con el objetivo de guardar la objetividad, el Poder Ejecutivo decidió que la comisión estuviera compuesta por individuos con prestigio nacional e internacional, elegidos por su consistencia en la lucha por los derechos humanos. Representarían diferentes afiliaciones políticas e ideologías. Algunos de sus integrantes fueron: Ernesto Sábato, Pérez Esquivel, René Favaloro, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide y Daniel Salvador, entre otros. La comisión no determinó responsabilidades sino que se encargó de documentar la cronología de los eventos, a través del libro “NUNCA MAS”.
En nuestra ciudad, la UCR constituyó desde su Junta Central, una comisión de abogados para la defensa de los perseguidos políticos, para la defensa de los derechos humanos. Estaba compuesta entre otros por Miguel Mercader, Pablo Pinto, Jorge Bravo, Mario Irigoyen y Rafael Novello. Por aquellos tiempos, algunos de ellos, conjuntamente con quién habría sido presidente del Bloque de concejales, Horacio Palacios, presentaron habeas corpus por detenidos como Sergio Karakachoff y otros que luchaban por la democracia.
Por eso los radicales decimos:
NUNCA MÁS queremos gobiernos de facto en nuestra sociedad, NUNCA MAS se tienen que repetir hechos de sangre para que los argentinos puedan elegir sus representantes, NUNCA MAS una persona puede ser “desaparecida” o sufrir persecuciones por no coincidir con quienes gobiernan, NUNCA MAS se puede intentar manipular la voluntad popular.
Es una lección amarga que los argentinos no podemos ni debemos olvidar porque, si no, las desgracias volverán a repetirse. Pero con la prepotencia y la violencia no hay gobierno posible para el pueblo argentino: con ellas sólo se benefician los pequeños grupos que las manejan mientras casi todos los argentinos se perjudican. Peor aún: por ese camino corremos el peligro de quedarnos sin país. Porque la violencia y la prepotencia son las que nos impiden construir.
Hoy la política de derechos humanos ha sido recuperada para procurar establecer las identidades de los hijos de desaparecidos. Pero el ejercicio de la memoria debe ser integral, incluyendo el lamento por el deterioro diario de los derechos sociales esenciales de los más necesitados.
Y reclamamos la construcción de un país mejor. Esto es, la transformación de la República Argentina en una verdadera democracia, sin hambre y con trabajo para cada uno de los habitantes que quieran habitar el suelo argentino.
Como militante de la Unión Cívica Radical digo: Somos la vida, somos la paz, somos el juicio a la Junta Militar.
HASTA LUEGO RUSO KARAKACHOFF, HASTA LUEGO MARIO AMAYA, HASTA LUEGO DOCTOR RAUL ALFONSIN.
POR SIEMPRE PRESENTES EN MI CORAZON".
La Junta Central de La Plata, invita al acto homenaje al Dr. Raúl Alfonsín, al cumplirse tres años de su fallecimiento.
