En el año1889, la crisis económica en nuestro país se agudizó, producto de las políticas implementadas en materia económica, lo que trajo como lógica consecuencia el desarrollo de una espiral inflacionaria, la restricción del crédito, la baja de los títulos de la deuda pública, la caída de las exportaciones, todo ello, en el marco de una crisis mundial.
La respuesta política a tal descalabro económico-político, fue dada por los jóvenes de la ciudad de Buenos Aires, quienes comienzan a reunirse para evaluar la situación y poder comenzar a construir las necesarias propuestas alternativas al unicato. Podemos citar entre los jóvenes antes mencionados a: Emilio Gouchón, José Drago, Juan B Campos, José Gallardo, Marcelo T de Alvear, Alfredo Echagüe, Martín Torino y Barrotaveña.
En este sentido, se organiza un acto en el “Jardín Florida”, en el cual se congregan unas 5.000 personas. En dicho acto cívico queda fundada la "Unión Cívica de la Juventud", que proclama según consta en su documento fundacional: la participación política de las mayorías, la moral administrativa y la autonomía municipal.
Una segunda actividad de los cívicos, tendrá lugar en "La Cancha de Pelota" de la calle Córdoba. El motivo es incluir en el movimiento a otros sectores de la sociedad, nace la Unión Cívica, cuyo líder indiscutido será Leandro Alem.
La crisis económica-política se tornaba insostenible, y el gobierno no accedía a establecer un espacio de diálogo con la naciente oposición, en consecuencia, comienza a evaluarse la posibilidad de tomar el poder por medio de las armas. La revolución tendrá lugar un 26 de julio de 1890. El plan prevé que a la madrugada comience la acción revolucionaria con la toma del Parque Artillería (actual edificio de tribunales). Si bien en el campo militar producto de las traiciones de los mitristas insertos en la asonada, la gesta revolucionaria fracasa, el sistema político excluyente y fraudulento, comienza a deteriorarse.
Al cumplirse el 123 aniversario de esta gesta histórica, sólo cabe reafirmar el legado de aquella acción revolucionaria, donde quedó grabado a fuego un principio, para quienes en el futuro continúen trabajando por la libertad y la igualdad: "La Causa contra el Régimen".
Hoy resulta necesario volver a esos principios revolucionarios de fin del siglo XIX. En tal sentido, debe ser tarea del radicalismo garantizar el funcionamiento de las instituciones republicanas, en un país donde la educación y el trabajo, sean el vehículo de progreso individual y colectivo, con el fin de lograr consolidar para los tiempos, una Argentina, con igualdad y libertad.
Prof. César Arrondo
Foro de Historiadores de la Unión Cívica Radical
