Palabras de Fernando Gando, Presidente de la Junta Central, UCR, La Plata en el acto de hoy en el que se descubrió una placa por conmemorarse los 80 años del golpe a Yrigoyen. que tuvo lugar en la Plaza Islas Malvinas (espacio donde funcionaba el Regimiento 7, en el que el Dr. Yrigoyen estuvo detenido):
"Para los radicales y para los demócratas, el 6 de septiembre de 1930 es una fecha llena de tristeza por el golpe de Estado fomentado por civiles armados, por los militares y por la oposición conservadora; pero lo que tenemos rescatar y resaltar son los ideales de Hipólito Yrigoyen. En la historia de la Unión Cívica Radical está la riqueza de nuestras convicciones y principios. Está Yrigoyen.
Derrocaron el gobierno de Yrigoyen pero no pudieron derrocar la política reparadora que por esos años, estamos hablando de 1916, el país necesitaba. Su política de neutralidad e independencia durante la Gran Guerra mostró al mundo que el respeto internacional llega mejor por las ideas morales que por la fuerza pura y el sometimiento de las naciones.
Estuvo detenido, pero no pudieron detener el crecimiento en cuanto a la educación; creando miles de escuelas. En 1916 el analfabetismo era del 20 por ciento y en 1922, paso a ser el 4 por ciento. En la universidad, se llegó a la democratización con la aparición de la Reforma Universitaria de 1918.
Fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, pero no pudieron despojar, ni privar de sancionar leyes tales como la jubilación de empleados de empresas privadas, las jornadas laborales de 8 horas, el descanso dominical, salario mínimo, contratos colectivos de trabajo. Fomento la agricultura y la ganadería, otorgando créditos blandos a los productores. Apoyó la explotación del petróleo, y creó Y.P.F., frenando el intento del monopolio de empresas extranjeras, e impulsó la nacionalización de los ferrocarriles en manos de los ingleses.
Tuvo en contra la crisis mundial de 1929, pero a favor mejoró la distribución del ingreso y el auspicio social. En lo económico, defendió el patrimonio nacional. Intervino en la economía siempre en defensa de los más débiles. Proyectó la creación del Banco de la República para la regulación financiera.
Estuvo confinado en éste regimiento y en la Isla Martín García injustamente, sin proceso judicial mediante, durante un año y tres meses, pero no lograron desterrar nunca la representación que tuvo en los sectores bajos y medios de la sociedad, que desde principio de siglo se oponían a la conducción política de la vieja dirigencia conservadora.
Nació en una casa humilde de Balvanera, vivio en Buenos Aires en la casa de una hermana, ya que perdió todo sus bienes a lo largo de su vida pública donde falleció anciano y enfermo un 3 de julio de 1933.
Hoy se cumplen 80 años del derrocamiento de un presidente elegido por la voluntad popular y para que esto no vuelva a suceder, hay que mejorar y defender el sistema democrático, mantener el orden constitucional, trabajar todos por el bien común e instaurar políticas de Estado, garantizar la vigencia plena de las instituciones republicanas y de derechos humanos, como asi también la libertad de opinión y la seguridad jurídica.
Como presidente de la Junta Central de la Unión Cívica Radical de La Plata, le digo: quédese tranquilo don Hipólito, miles de militantes estamos trabajando en silencio con sus convicciones, sus principios y sus ideales.
Hemos tomado su vida como ejemplo. Su honradez, su honestidad y su rectitud.
Su lucha por el bien común no ha sido en vano. La historia de la república le tiene guardado un lugar entre sus próceres. Y bien merecido está".
"Para los radicales y para los demócratas, el 6 de septiembre de 1930 es una fecha llena de tristeza por el golpe de Estado fomentado por civiles armados, por los militares y por la oposición conservadora; pero lo que tenemos rescatar y resaltar son los ideales de Hipólito Yrigoyen. En la historia de la Unión Cívica Radical está la riqueza de nuestras convicciones y principios. Está Yrigoyen.
Derrocaron el gobierno de Yrigoyen pero no pudieron derrocar la política reparadora que por esos años, estamos hablando de 1916, el país necesitaba. Su política de neutralidad e independencia durante la Gran Guerra mostró al mundo que el respeto internacional llega mejor por las ideas morales que por la fuerza pura y el sometimiento de las naciones.
Estuvo detenido, pero no pudieron detener el crecimiento en cuanto a la educación; creando miles de escuelas. En 1916 el analfabetismo era del 20 por ciento y en 1922, paso a ser el 4 por ciento. En la universidad, se llegó a la democratización con la aparición de la Reforma Universitaria de 1918.
Fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, pero no pudieron despojar, ni privar de sancionar leyes tales como la jubilación de empleados de empresas privadas, las jornadas laborales de 8 horas, el descanso dominical, salario mínimo, contratos colectivos de trabajo. Fomento la agricultura y la ganadería, otorgando créditos blandos a los productores. Apoyó la explotación del petróleo, y creó Y.P.F., frenando el intento del monopolio de empresas extranjeras, e impulsó la nacionalización de los ferrocarriles en manos de los ingleses.
Tuvo en contra la crisis mundial de 1929, pero a favor mejoró la distribución del ingreso y el auspicio social. En lo económico, defendió el patrimonio nacional. Intervino en la economía siempre en defensa de los más débiles. Proyectó la creación del Banco de la República para la regulación financiera.
Estuvo confinado en éste regimiento y en la Isla Martín García injustamente, sin proceso judicial mediante, durante un año y tres meses, pero no lograron desterrar nunca la representación que tuvo en los sectores bajos y medios de la sociedad, que desde principio de siglo se oponían a la conducción política de la vieja dirigencia conservadora.
Nació en una casa humilde de Balvanera, vivio en Buenos Aires en la casa de una hermana, ya que perdió todo sus bienes a lo largo de su vida pública donde falleció anciano y enfermo un 3 de julio de 1933.
Hoy se cumplen 80 años del derrocamiento de un presidente elegido por la voluntad popular y para que esto no vuelva a suceder, hay que mejorar y defender el sistema democrático, mantener el orden constitucional, trabajar todos por el bien común e instaurar políticas de Estado, garantizar la vigencia plena de las instituciones republicanas y de derechos humanos, como asi también la libertad de opinión y la seguridad jurídica.
Como presidente de la Junta Central de la Unión Cívica Radical de La Plata, le digo: quédese tranquilo don Hipólito, miles de militantes estamos trabajando en silencio con sus convicciones, sus principios y sus ideales.
Hemos tomado su vida como ejemplo. Su honradez, su honestidad y su rectitud.
Su lucha por el bien común no ha sido en vano. La historia de la república le tiene guardado un lugar entre sus próceres. Y bien merecido está".
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