El tiempo que crece con los niños, la sonrisa inocente de los primeros pasos, la curiosidad que sacia los libros abiertos. El respeto que por ser justo no deja de tener una caricia. Las flores dadas por ningún motivo y los carteles que inquietos y pequeños dedos decoran el aula.
La puerta abierta que deja entrar el sol y voces de héroes y princesas, el guardapolvo blanco que esconde el aliento de carreras sin fin ni llegadas.
Los ojos quietos siguen la insignia que se mezcla con el azul cielo y las voces, pequeñas y tímidas voces susurran los primeros himnos.
A los Docentes que comienzan, a aquellos que los años les han dado la dicha de la experiencia y a todos los que viven en nuestros corazones: ¡Felicidades en su día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario