jueves, 1 de septiembre de 2011

1 de septiembre de 1889 nace la UNION CIVICA de la JUVENTUD

En el año 1889, la crisis económica se agudizó en nuestro país, producto de un brote inflacionario, que provocó un pánico total entre los sectores de la economía y de la ciudadanía en general. La lógica consecuencia de esta situación económica fue la restricción del crédito, la baja de los títulos de la deuda pública, la caída de las exportaciones, el descontento social y la desocupación.

La situación se fue agravando, no pudiendo el gobierno de Juárez Celman hacer frente a la deuda pública, lo que trajo como consecuencia que el oro se fugara al extranjero, y la balanza de pagos se torne cada vez más negativa, entrando el gobierno en una caída libre en cuanto a su credibilidad.

En medio de este despropósito político y económico, un grupo de jóvenes comienza a reunirse en Buenos Aires, entre ellos a: Emilio Gouchón, José Drago, Juan B Campos, Felipe Senillosa, José Gallardo, Marcelo T de Alvear, y Alfredo Echagüe, Martín Torino y Barrotaveña.

Estos jóvenes preocupados por la situación política a la que se suma la económica del país organizan un mitin en el “Jardín Florida”, al cual asisten unas 5.000 personas. En esa reunión queda fundada la "Unión Cívica de la Juventud", que proclama según sus documentos: la participación política de las mayorías, la moral administrativa y la autonomía municipal. En el palco, se encuentran políticos de la ciudad ya no tan jóvenes como: Lucio v López, Luis Sáenz Peña, Aristóbulo del Valle, Pedro Goyena, Bartolomé Mitre y Leandro Alem.

Como corresponde, ante la conformación de una organización o grupo político, de la lectura que sus miembros hacen de realidad que pretenden modificar, debe surgir un documento que siente las bases, los objetivos y fines políticos del nuevo partido político.

Hoy es posible que observemos a estos jóvenes de 1889, como muy alejados de las formas actuales de hacer política, donde la mayoría intenta construir una imagen, con unos slogan, donde la “doctrina y las propuestas” van de la mano de los vaivenes de las encuestas. Esta forma de construcción actual hace perder en rumbo y desdibujar a los partidos políticos, los cuales, van perdiendo su esencia y por ende, el respaldo de los ciudadanos que se han sentido históricamente representado por los ideales, procederes y principios, que sustentaba la organización política, como así también, por los cambios poco democráticos en formas de hacer y desarrollar las actividades políticas partidarias.

Igualmente, cabe destacar que en todas las crisis que ha sufrido al menos el radicalismo a través de su historia, ha podido salir delante de las mismas, solamente retomando el sendero de los principios doctrinarios, valores, y formas de construcción política que dieron lugar a su nacimiento como organización política, siempre al servicio de las causas populares.

En tal sentido, este documento que se transcribe a continuación, constituye más allá de que hayan pasado 122 años, una fuente doctrinaria que los radicales del siglo XXI deberán tener en cuenta, junto a otras aportaciones documentales que dieron brillo doctrinario a nuestro partido en distintos momentos de su historia, y que en su conjunto serán de gran utilidad en este proceso de cambio y renovación, tan necesario para nuestra Unión Cívica Radical.

UNION CIVICA de la JUVENTUD

1) Constituir en esta capital un centro político bajo la denominación de Unión Cívica de la Juventud.

2) Concurrir a sostener dentro el funcionamiento legítimo de nuestras instituciones, las libertades públicas, en cualquier punto de la nación donde peligren.

3) Levantar como bandera el libre ejercicio del derecho de sufragio, sin intimidación y sin fraude y condenar toda intervención oficial en los trabajos electorales.

4) Protestar contra todo acto que turbe o impida el libre ejercicio del derecho electoral y perseguir el castigo de los culpables por todos los medios legales.

5) Proclamar la pureza administrativa de todas sus ramas.

6) Hacer propaganda para levantar el espíritu público, inspirando a los ciudadanos un justo celo por el ejercicio de sus deberes cívicos.

7) Propender a garantizar a las provincias el pleno goce de su autonomía y asegurar a todos los habitantes de la República los beneficios del régimen municipal.

8) Ayudar las iniciativas que tengan por objeto asegurar, por acción propia de los ciudadanos, los elementos de la defensa nacional.

9) Tomar parte activa en los movimientos electorales, considerando el ejercicio del sufragio como deber de ciudadano.

10) Invitar a la juventud independiente del resto de la República a constituir centros políticos de acuerdo con los propósitos que quedan enunciados.

11) Concurrir a un movimiento político general, que encarne los altos fines que persigue la juventud independiente.

Prof. César Arrondo

Foro de Historiadores de la Unión Cívica Radical

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