viernes, 2 de julio de 2010

Homenaje del Dr. Orestes Milicchio a la memoria del Dr. Honorio Pueyrredón

Honorio Pueyrredón, un político ejemplar


Por: Dr. Orestes Milicchio, afiliado radical Sección 6ª de La Plata

Honorio Pueyrredón fue un político ejemplar, pero injustamente olvidado, en estas líneas pretendemos recordarlo y homenajearlo como se merece, pues fue una figura destacada del radicalismo y de la Argentina.
Nace En San Pedro el 9 de julio de 1872, estudia en Buenos Aires y en 1890 se incorpora a la Revolución del Parque. El 26 de junio de 1891, bajo la inspiración de Alem, participa en el nacimiento de la Unión Cívica Radica. En 1893 acompaña a Hipólito Irigoyen, en la revolución de ese año, conquistando las localidades de Saladillo, Sierra Chica, Hinojo, Olavarria y Azul sin disparar ni una sola bala.
Se doctora en derecho. En 1897 contrae enlace en la Iglesia de San Ponciano de La Plata con Julieta Meyans Argerich, bisnieta del Dr. Cosme Argerich de su matrimonio nacen ocho hijos.
Los antepasados del Dr. Honorio Pueyrredón se remontan a Juan Martín de Pueyrredón que llega a nuestras tierras en 1763 desde los Pirineos, al sur de Francia. Sus ancestros ocuparon distintos lugares en la historia Argentina, en la Revolución de Mayo, luego junto a San Martín apoyando la campaña libertadora, y a Juan Martín de Pueyrredón como Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de La Plata..
Fue el primer profesor de la Facultad de Derecho en obtener la cátedra por concurso, hasta el momento las cátedras eran cubiertas por docentes que comulgaban con las ideas de la clase gobernante. Como docente expresó palabras certeras como: “No se forman sabios en la escuela. No lo son los que enseñan, ni están en condiciones de serlo, los que aprenden. Trasmitimos rudimentos del saber, orientaciones científicas que servirán de base a ulteriores investigaciones de estudiosos. La alta función del profesorado que consiste en formar caracteres más que transmitirles conocimiento. El objetivo de la enseñanza es preparar al hombre para la vida […], la vida es lucha, es trabajo, donde triunfa siempre el más fuerte.”
En 1912, a partir de la Ley Electoral Sáenz Peña, por la que tanto había luchado el radicalismo se levanta la abstención y aparecen figuras memorables como José Ingenieros, Macedonio Fernández, Ezequiel Martínez Estrada, Güiraldes, Ricardo Rojas, entre otros grande nombres de la política y la cultura nacional.
Al asumir Irigoyen lo designa como Ministro de Agricultura, quien impulsa una política para la explotación del petróleo y lleva adelante una tarea reparadora en defensa del hombre del campo, contra la explotación de los monopolios, combatiendo los latifundios improductivos. También luchó por la caducidad de las concesiones de tierras fiscales en el sur, en poder de empresas extranjeras. Propone formar una Comisión Técnica para estudiar el aprovechamiento hidroeléctrico de las Cataratas de Iguazú. En 1917, el Presidente Irigoyen le encomienda la Cartera de Relaciones Exteriores que ejerce por una posición definidamente antiimperialista En 1920, Honorio Pueyrredón representa a la Argentina en la Liga de las Naciones, con una posición valiente y enérgica en defensa de un ideal de justicia. En 1924, el Presidente Alvear lo nombra Embajador en EEUU, celoso defensor de los intereses argentinos obra en consecuencia durante su gestión. Es el primer argentino designado Doctor Honoris Causa de la Universidad de California, destacándose el importante acercamiento científico-cultural entre las dos Naciones.
En 1927, preside la Delegación Argentina de la Sexta Conferencia Panamericana de la Habana, realizando una labor destacada. En 1931, estuvo desterrado en Brasil regresando al país el año siguiente. En diciembre de 1933 se reúne la Convención Nacional en Santa Fe eligiendo a Honorio Pueyrredón como Presidente, estalla una revolución radical y Pueyrredón con todos los dirigentes es encarcelado en la Isla Martín García, trasladándolo más tarde al penal de Ushaia.
“[…] el Radicalismo es una esperanza de redención social […], que el pobre tenga asegurado un minimun de bienestar con pan, escuela y trabajo.” Honorio Pueyrredón, siempre marcó la posición ética que debía asumir el radicalismo frente al fraude y la corrupción reinante.
En 1937, se lo reelige como Presidente de la Convención Nacional, defendiendo el significado ético del sufragio. Propició además, una Ley Orgánica de Instrucción Pública, un Estatuto del Magisterio, la creación del Ministerio de Salud, de Trabajo y de Previsión Social; el reconocimiento de la Personería Sindical, vacaciones pagas y salario familiar; Creación de la Marina Mercante Nacional y fomento de la Industria Naval.
En 1941, acompañado por su señora esposa haría una larga gira por las provincias del interior del país, llevando un mensaje de fe y esperanza en los ideales de la democracia. Hombre de consulta permanente por el cuadro partidario y diariamente visitado por los dirigentes y militantes de distintos puntos de la República. Siempre expresó que el mejor estatuto es la Constitución Nacional y la Ley Electoral aplicada con patriotismo.
El 23 de septiembre de 1945, a los 73 años de edad, muere el Dr. Honorio Pueyrredón, quién ofrendó su vida al Radicalismo resistiendo estoicamente las arbitrariedades e injusticias de las que fuera objeto, sin renunciar jamás a los ideales que abrazó en su juventud.
Que sea un ejemplo para las generaciones presentes y futuras.

Dr. Orestes Milicchio


Edición: Eduardo H. Paz

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante el informe , ojalá muchas personas tengan la enterza moral de este hoombre que tiene que ser un orgullo para el radicalismo y sus afiliados , cordialmente Mariana Capomaggio