El 1° de septiembre se cumplen 120 años de la fundación de la Unión Cívica de la Juventud, lo cual tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires, y cuyo propósito fue organizar una fuerza política alternativa al modelo imperante de corte oligárquico y fraudulento, que garantizara de cara al futuro, los derechos políticos de todos, como así también, la vigencia plena del principio de soberanía popular.
El modelo político implementado por la denominada generación del 80, estuvo diseñado para que de la cuestión política solamente participen las clases acomodadas e ilustradas del país, dejando afuera del modelo a las grandes mayorías. Se llegaba de esta manera al año 1889, donde como consecuencia de la crisis económica, se había extranjerizado la economía, junto a un progresivo endeudamiento que avanzaba, postergando aún más a criollos e inmigrantes, víctimas estos, de la injusticia y explotación.
Esta intranquilidad popular será canalizada a través de reuniones que se comenzaron a desarrollar, con el fin de ir evaluando la posibilidad de articular una fuerza política que se enfrentara al “unicato”, de las cuales, participan en su mayoría los jóvenes. En tal sentido, la prensa de Buenos Aires comenzó a hacerse eco de esos movimientos políticos, a través de las publicaciones periódicas, artículos y documentos, entre ellos, el redactado por Francisco Barrotaveña “Tu quoque juventud” (en tropel al éxito), donde se censuraba al régimen conservador, y a algunos jóvenes que se habían declarado “incondicionales” del presidente, realizando además, una convocatoria a la juventud argentina, donde se destaca que: “La grandeza de las naciones depende del ideal que su juventud se forme en las aulas y la humillación de aquéllas, proviene de las traiciones que los hombres hacen a su ideales jóvenes”.
Como consecuencia de esta convocatoria, se realizará una reunión en el Colegio Nacional de Buenos Aires, del la cual participan jóvenes de distinta procedencia, entre ellos: Alvear, Barroetaveña, Gallardo, Gouchón. Estos aprueban un documento dirigido a la juventud, invitando a participar de un meeting que tendrá lugar el domingo 1° de septiembre en el Jardín Florida. (Florida y Paraguay).
Del acto participaron unos 3 mil jóvenes, entre ellos, cadetes el Colegio Militar y en el mismo hicieron uso e la palabra: Francisco Barroetaveña, Damián Torino, Marcelo T. de Alvear, Manuel Montes de Oca, Emilio Gouchón y entre los invitados que también hablaron, podemos destacar a Leandro Alem. En este sentido, con el fin de constituir la Unión Cívica de la Juventud, se dio lectura a la siguiente declaración de principios:
UNIÓN CÍVICA de la JUVENTUD
1) Constituir en esta capital un centro político bajo la denominación de Unión Cívica de la Juventud.
2) Concurrir a sostener dentro el funcionamiento legítimo de nuestras instituciones, las libertades públicas, en cualquier punto de la nación donde peligren.
3) Levantar como bandera el libre ejercicio del derecho de sufragio, sin intimidación y sin fraude y condenar toda intervención oficial en los trabajos electorales.
4) Protestar contra todo acto que turbe o impida el libre ejercicio del derecho electoral y perseguir el castigo de los culpables por todos los medios legales.
5) Proclamar la pureza administrativa de todas sus ramas.
6) Hacer propaganda para levantar el espíritu público, inspirando a los ciudadanos un justo celo por el ejercicio de sus deberes cívicos.
7) Propender a garantizar a las provincias el pleno goce de su autonomía y asegurar a todos los habitantes de la República los beneficios del régimen municipal.
8) Ayudar las iniciativas que tengan por objeto asegurar, por acción propia de los ciudadanos, los elementos de la defensa nacional.
9) Tomar parte activa en los movimientos electorales, considerando el ejercicio del sufragio como deber de ciudadano.
10) Invitar a la juventud independiente del resto de la República a constituir centros políticos de acuerdo con los propósitos que quedan enunciados.
11) Concurrir a un movimiento político general, que encarne los altos fines que persigue la juventud independiente.
Han pasado 120 años de aquella magnífica gesta que los radicales recordamos como el origen más cercano de la fundación de la Unión Cívica Radical (1891), y la mayoría de los principios que en aquel momento se enarbolaron, con el firme propósito de reparar las problemáticas por las que el país atravesaba, hoy se mantienen vigentes.
Debemos tomar conciencia que es la Unión Cívica Radical la organización política que puede encabezar una concertación alternativa al modelo de concentración de poder que gobierna en la actualidad, el cual además, cercena el funcionamiento pleno de las instituciones republicanas. Pero para poder cambiar estos déficits se deberá trabajar mucho, tanto de cara al país, como así también hacia adentro de nuestro partido.
En tal sentido, al año 2010 se lo podría proclamar, “El año de la Unión Cívica Radical”, y dirigir hacia esta empresa la mayoría de nuestros esfuerzos militantes, con el fin de sentar las bases de un partido moderno, que si bien debe estar sustentado en su historia y su doctrina, se tiene que presentarse ante la sociedad como una herramienta sólida y eficiente, para de esta manera una vez en el poder, proceder a reparar las injusticias actuales e implantar nuevamente en Argentina los principios republicanos.